Que no haya un suceso externo que te permita explicar que está pasando con tu estado de ánimo, no significa que no te lo esté provocando algo, pero...¿Porqué nos sentimos así? [...]
Todos tenemos heridas y por tanto, una motivación neurótica que nos hace buscar inconscientemente aquello que anhelamos.
Solo tú sabes internamente que es aquello que buscas desesperadamente, solo tú puedes identificar donde empezó todo, cuál fue la herida que te instó a tratar de buscar ese algo que a día de hoy te mantiene encarcelado en un ego que solo piensa en no volver a pasar por todo aquello. [...]
Creer en algo nos da fuerza, nos alivia en momentos de dolor, nos da esperanza, nos alienta y nos recoge. Y da igual en lo que creas mientras que sea algo superior que sientas por encima de tí y no sea terrenal.
[...]Todos de alguna manera tratamos de buscar un motivo que nos mantenga en el camino para lograr aquello que nos proponemos, pero la realidad es que, la mayoría de nosotros acaba sucumbiendo a esos propósitos con el paso de las semanas. ¿Porqué ocurre esto?[...]
Los mecanismos de defensa son necesarios y en su día, cuando los desarrollamos de manera inconsciente, tuvieron un sentido, sin embargo, si éstos mecanismos de defensa no se actualizan hacen es justo lo contrario y lo que en su día fue una solución, ahora, se convierte en el problema.
Me despierto- preparo el desayuno- miro un rato el móvil- me visto- voy a trabajar, al instituto o me pongo a hacer mis tareas del día- descanso entre medias quizás para comer algo-vuelvo a casa- como- descanso en el sofá- vuelvo a ponerme en marcha para estudiar, trabajar, llevar a los niños a clases extraescolares- me ducho- ceno-y duermo.
¿Te suena?
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